Muda,
me quedo muda delante de tus palabras
que me desarraiga de mi lugar firme,
aunque me cuesta no decir nada
los asimilo,
los llevo en el corazón,
me rinden.
Callar,
callarme me resulta difícil,
recibo el gusto a la vida
y falta mucho todavía que vuelvas
libérame,
que estoy muy dentro metida.
Con labios sellados,
empiezo a gritar
y me cubre un silencio
que no me deja calmar,
mi vana espera cansada
de tanto tiempo
de no haber dicho
NADA.