Luz
que
me
atraviersa
el cuerpo como un puñal.
Luz
que
me
calienta
la piel, me penetra.
Luz
que
me
quema
de viva con deseo inmenso.
Luz
que
me
das
con tus ojos cuando yo en ti pienso.
Luz y más luz,
hasta que el universo
se ne pone a los pies rogando
que le demos
del esplendor brillo,
un poquito
algo,
para que ilumine el mundo.